Quiérete a ti misma

Mi historia, comienza como la de tantas mujeres…

Desde niñas nos enseñan a estar monas, a ser hacendosas y disponibles para el hogar, y por supuesto a ganar por el estomago a sus parejas, cocinando.

Vivimos siempre pendientes de hacer sentirse bien a nuestro entorno, pero ¿y nosotras?… ¿a quién importamos?…

Nuestra lucha comienza con nuestra primera menstruación, con nuestros primeros desequilibrios hormonales, y con esa fuerza que la madre naturaleza nos doto para reproducirnos y criar. Hay comenzamos a acumular grasa, unas veces buena y la mayoría de las veces mala.

Mi lucha en particular comenzó hace ya treinta años, con mi primer parto… en esa pelea constante por soltar el peso que necesariamente aumentaba y que luego se acomodaba en mi cuerpo negándose a abandonarme. Luche mucho al principio, gimnasia, dieta… pero se quedo algo de lo que no pude librarme, y cuando ya parece que te acomodas… llega el siguiente embarazo… y comienzas de nuevo.

No es que fuera algo penoso, pero si duro de combatir cuando vas a solicitar ayuda sanitaria y lo único que consigues es un… “Tú eres mayorcita y sabes que has de comer, si engordas es porque comes más de lo que necesitas”… Esta frase se me grabo a fuego en mi cabeza… ¿De veras un profesional de la medicina es capaz de soltar esto a alguien cuando está pidiendo ayuda sin más datos?… y llega la frustración y el pensar que es inútil luchar contra lo inevitable.

Eso nos supone llegar a una obesidad mórbida, ó severa como era la mía… si dije “Era”… porque gracias a Dios encontré un equipo de profesionales junto al Dr. Toledo-Pimentel con los que en seis meses he perdido ya 45 Kilos, y que me están ayudando a conseguir tener una calidad de vida que creí no poder alcanzar jamás.

Por eso escribo esto… porque necesitas quererte un poco y saber que sí hay profesionales en Alicante que pueden ayudarte, que tú eres el centro de tú universo y si tú decides que puedes hacerlo con su ayuda lo lograras.

Suerte en la lucha… y si quieres saber más pregunta.

Primeros síntomas de que algo no va bien

Quiero continuar expresando mis sentimientos personales ahora que me siento diferente.

Con el paso de los años, te vas acostumbrando al efecto “yoyo” del sobrepeso, y a pesar de que cuidas tu alimentación, también lo es que hay momentos en los que tiras la toalla, aburrida por la rutina y por el estrés que te produce el ver comida y sentir esa culpa que te hace desear no abrir la boca.

Cuando todavía eres joven y la naturaleza te ayuda a combatir el sobrepeso, por pura energía y ganas, más o menos todo va bien, ganas unos kilos, pierdes otros, pero siempre se van sumando unos cuantos al año. Al final planificas tu vida en torno a prioridades, como son tus hijos, tu trabajo, tu pareja, tu hogar y vas dejando para más tarde el tiempo necesario para ti, y para quemar esas calorías que tu organismo por si solo se niega a quemar… te organiza si y dejas para después el ejercicio… y claro ¿quien después de un día corriendo contra reloj se pone a caminar una hora para quemar aquello que tu cuerpo almacena?… pues una servidora lo hizo, durante un tiempo claro, luego el mal tiempo, el cansancio, una gripe, un familiar enfermo te desvía invariablemente de ese camino emprendido por tu bien.

Y siguen pasando los años… y comienzas a fatigarte cuando caminas, no te pesas ¿ya para qué?. Sabes que estás gorda y sabes que la dieta no da el resultado soñado, así que aunque cuides lo que comes, te olvidas de la dieta y por supuesto de pedir ayuda médica.

Luego comienzas a caminar buscando los trayectos más cortos, de banco a banco donde sentarte… y con zapatos deportivos y cómodos… la ropa ya no te entra, las tallas XXXL te quedan justitas… más bien pareces una mesa camilla más que una señora, todavía joven.
Y cuando ya tocas fondo y buscas y rebuscas ayuda al final encuentras alguien dispuesto a levantarte del fondo donde estas aparcada… y yo lo encontré. He pasado los últimos siete meses con dos balones intragástricos dentro de mi estomago, no lo he pasado bien porque como toda técnica de balones tiene sus efectos colaterales, aunque si magníficamente atendida, y como la alternativa era eso por mi obesidad severa o la silla de ruedas o una hermosa caja de pino, hay que darlo por bien empleado……

Por eso escribo esto…… porque cuando se quiere y se necesita para seguir viviendo se puede salir con la ayuda de los profesionales apropiados, en mi caso en particular el Dr. Toledo-Pimentel Víctor y su equipo de la Unidad de Tratamiento Integral y Endoscópico de la Obesidad en Alicante; también con la fuerza y el apoyo de tu familia, y con las ganas de cambiar tu destino, queriéndote un poco más a ti misma.

Sé que todavía me queda un largo camino… que esto no hizo más que comenzar, pero comienza con 45 kilos menos sobre mis huesos y unas ganas tremendas de cambiar mi destino.

Reme Gras Tendero

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *