En el estudio realizado por el Dr. Alfredo Genco (Italia) (Surgical Sciences Department, Medical School “Sapienza” University, Rome, Italy. Obesity Surgery (Impact Factor: 3.1). 07/2013; DOI: 10.1007/s11695-013-1028-6) muestra que en un tratamiento de pérdida de peso en el que se utiliza el BIG con la modificación de hábitos (Triple), se consigue a los seis meses que se reduzca su exceso de peso en un 62-69%.

Alfredo Genco, profesor del departamento de Cirugía de la Universidad La Sapienza, de Roma (Italia). Según este informe, el uso del «balón» entre personas con sobrepeso (índice de masa corporal-IMC entre 25 y 30, alrededor de diez o quince kilos más) consigue reducir en un 62-69% el exceso de peso de estos pacientes.

Entre las personas con obesidad de grado 1 (IMC 30-35), la reducción es del 39,4%, y entre las de obesidad de grado 2 (IMC 35-40 u obesidad mórbida), se eleva al 32,7%. Entre los obesos mórbidos- severos (IMC 40-50 ó mayor de 50), la pérdida del exceso de peso fluctúa entre el 26% y el 21,7%. Como se observa, las pérdidas de peso son más significativas en pacientes con un sobrepeso menor.

El estudio muestra que en un tratamiento de pérdida de peso en el que se utiliza el BIG con la dieta, se consigue a los seis meses que se reduzca su exceso de peso en un 67%. Si se utiliza sólo la dieta, este porcentaje alcanza sólo el 20%.

Los pacientes obtienen un mayor beneficio si a la dieta se le suma la herramienta médica del balón, ya que consiguen perder un 47% del exceso de peso.

A los cinco años, las diferencias decrecen, si bien continúan siendo el BIG de vital importancia para niños y adultos obesos, y para los que padecen obesidad mórbida, que quieren prevenir los riesgos asociados a la cirugía.

En el caso de los niños, está recomendada a partir de los 11 años, aunque en función de las necesidades se puede utilizar esta técnica a edades más tempranas.

Además, la instalación del BIG puede ser secuencial, durante dos o tres ocasiones, hasta inducir en los pacientes «un cambio en la conducta alimentaria».

 

TRATAMIENTO SECUENCIAL CON BIG/BIGS

Además, la instalación del BIG puede ser secuencial, es decir la recolocación del BIG durante dos ó tres ocasiones, quizás hasta en cuatro ocasiones y llegar a inducir en los pacientes en cuestión «un cambio en la conducta alimentaria y en la conducta personal»  con notables mejorías en las enfermedades asociadas a la obesidad, en especial Diabetes I/II ,  HTA , Hígado Graso, Osteoarticulares, etc, lo que implicó la reducción del tratamiento farmacológico que estos pacientes obesos tenían administrados.

El balón intragástrico permite en un plazo de seis meses, según el estudio, que el índice de masa corporal se reduzca en seis ó siete puntos como mínimo, mientras que la dieta sólo consigue hacerlo en menos de tres puntos.

«En el seguimiento a medio y corto plazo, el BIG se muestra significativamente superior a la dieta en términos de pérdida de peso», señala el informe.

Los datos ofrecidos demuestran que entre un 45,8 y 59.6% de los pacientes tratados con el balón intragástrico experimentaron mejorías en las enfermedades asociadas al sobrepeso, en especial Diabetes e HTA lo que implicó la reducción del tratamiento farmacológico en especial mediante el tratamiento secuencial para obtener la pérdida de peso necesaria en cada caso.

En el 44,3% se curaron, por lo que pudieron concluir los tratamientos farmacológicos que seguían como consecuencia de las enfermedades que suelen ir asociadas a la obesidad (Diabetes e riesgo cardiovascular).

 

Dr. Víctor Toledo-Pimentel

Aparato Digestivo

Tratamiento Secuencial con Balón Intragástrico

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